viernes, 18 de julio de 2008

Luxuria


Luxuria de oscilar en sus ondas,
de silenciar sus piernas,
de succionar sus perlas
y de navegar entre sus olas.

Luxuria por amoldarme a sus horizontes,
por oler sus bosques,
por hurgar su piel,
por quemarme en sus senos turgentes.

Luxuria al gastarme la noche en su cuerpo
al prodigar entre sus pétalos,
al beber esencia-clitoral-ópalo
y hacer un escándalo de deseos, placer y sexo.