jueves, 4 de diciembre de 2008

Y me deje llevar


Apagado resplandor púrpura,
tenues rayos que en tu piel perdidos,
de palpitares y delirios,
invadía mi mirar.

Sensaciones que entre signos,
entre el sueño y el esquivo despertar,
nos hicieron humo y nos hicieron no vivos,
nos hicieron noche y fulgor de estrellas.

Sin palabras en el viento,
sin letras en los dedos, s
in restricción alguna,
fusionemos la inmortalidad sin sentido,
vagabundos e infernales
formaremos un destino:
El tuyo y el mío...

Rasgando el firmamento fui arrojando,
pedazos lánguidos de mi eternidad,
desde mis tinieblas y mis afiladas garras,
formé la palabra y te di mil lunas negras.

Y en cada despertar a la noche,
te di mis sangrantes labios ,
aun sabiendo que eras de la Soledad,
fui dejando un alarido en cada alba,
para que soñaras.

Toda una vida siguiendo tu tétrica huella,
y hoy estás dispuesta en el fuego de una mullida cama.

Veo la melancólica niebla que cubre tus senos,
sonrió y con el dolor guardado,
me dispongo a beber tu alma.

En el fondo de mis quebrantos, ya te esperaba
y ahora le das sentido a los misterios de la negra gloria.

Ahora puedo surcar tus carnes con estos marfiles en los dedos y en las fauces,
hoy estas a la puerta de mi historia, y de mi infinita oscuridad;
tan solo respira y dale vida a tu no vida,
y has que la mía explote entre tus piernas.

Arranca este corazón silente de mi alma
y hazlo latir entre tus manos;
presenta tus colmillos
y succiona ésta oscura savia inmaterial y eterna.


Letra de Silence