
Mis yemas
y tu ser el territorio.
Larga la espera
para los sentidos
inmateriales,
ensimismados;
vivos también.
Abierta la piel,
para amar,
para crecer,
sentir y seducirte.
Te has sentido tierra?
Polvo candente
entre aguas,
gritos
y raíces engarzadas
en el firmamento.
Con las manos
por pasos,
y la lengua
por pincel.
Abierto el panorama
para suplicar:
Un roce,
una baño de elixir
húmedo
y fugaz.
Calla!
Siente y gime;
que los silencios
del viento,
susurran placer,
desde tus labios.
El amor no muere
en ese gesto
de la espalda curva,
del pecho sudando,
del cuello erecto;
hondo.
Perturbador
avance por tu piel.
Y Desnudos
de más deseos.