
y uno de sus rayos descubrió nuestras figuras
entrelazadas en una danza de pasión y lujuria.
Con los ojos cerrados, los sentidos perdidos
y las yemas de tus dedos moldeando
cada poro y recoveco de mi piel.
Vapores adheridos
a las curvas y desniveles,
de cuerpos que vibran
al son de los gemidos.
Ronroneo continuo
al compás de los suspiros.
Acelerados latidos que hunden
al bálano en el abismo.
Tálamo salvaje que danza.
Fuego y lava sobre las sábanas.
Explosión volcánica que alcanza
al firmamento con sus llamas.