
Soledad imponente entre tus bosques,
cursos de nieve que bajan de tus senos.
Sereno o tempestuoso …
que te sueño.
Del crepúsculo en que elevas tus piernas,
Al canto del abismo en que te haces agua.
Conviertes en aspas tus ondulaciones.
Vulcano, etéreo o fuego…que te deseo.
Ventisqueros tus gemidos por desenfreno
mieses cuajadas de espigas doradas en tu sexo
La llanura que soy
pasa por alfombra
y te percibo
te oigo
y te elevo.
Todo cuanto pasa
mientras soy, lo que fui, cuando sería por seguir siendo contigo eterno
ayer, hoy y mañana
no es otra cosa que la vivienda universal de un orgasmo en las entrañas.
Dedos, lengua, ser, esperma y alas.
Que soy tu dueño…